En la cultura mexicana, en el mes de noviembre recordamos a las personas que ya no están en esta vida, les dedicamos un altar como respeto y honra. En otras culturas se recuerda a la muerte como algo temeroso, incluso se ven películas de miedo, y algunas personas suelen disfrazarse de personajes tenebrosos.
Lo que me llama la atención es que aunque le tememos a la muerte, cada quien la recuerda y enfrenta a su manera. Puedes verlo desde dos puntos de vista, cada día morimos o cada día vivimos.
Hay tanta gente que por temor a morir, deja de vivir. Viven con temor a enfermarse, a equivocarse, a arriesgarse, a enfrentar, a moverse, a avanzar, a perdonar, incluso a perdonarse a sí mismos. Y por ese temor permanecen quietos, sin saber que esa misma falta de movimiento no les permite vivir.
Interesante la vida de los vivos, que por temor a morir, no se dan permiso de vivir.
Entendiendo...
La vida es tan simple, y perdemos tanto tiempo complicándola. Quizá un día logremos entender a la muerte como parte de ese llamado a vivir en paz y armonía, sin tanta complicación.