Cada año tengo la costumbre de regalarme algo, y lo nombro así: "De mí para mí". A veces mis hijos se ríen, pues he llegado al punto de envolver mis propios regalos y verlos debajo del pino con esa leyenda: "De Ivonne para Ivonne".
¿Qué pides para navidad?
Imagina que tienes frente a ti a un genio de la lampara que concede deseos. ¿Qué pides?
Hay cosas que puedes comprar tú, pero hay otras que el dinero no puede comprar. ¿Qué pides?
"Mi regalo de mi para mi"... Lo nombré así cuando entendí esto. Porque aunque puedo adquirir algún bien material, lo que busco es el objetivo que hay detrás. Todos compramos por ese objetivo, o por sentirnos bien o por cubrir una necesidad.
Sentirme bien es lo que busco cuando elijo algo. Porque si compro por una necesidad, entonces deja de ser un regalo de mi para mí. Lo que necesito lo pongo en mi listado de la despensa de la semana. Sentirme bien es mi regalo, y busco algo que represente eso. A veces son cosas tan sencillas, y otras son cosas más elaboradas.
"Mi regalo de mi para mi". Tengo esta tradición desde hace años, porque a veces esperamos que los demás nos regalen algo, y pedimos a otras personas lo que deseamos que nos compren o que hagan, y muchas veces, no es como lo imaginamos, no es como en realidad lo deseamos. Y podemos decir un gracias sonriendo en un intercambio de regalos, cuando realmente no te gusta.
Dejarle a las demás personas el peso de que te regalen algo que sólo tú sabes como lo quieres, es muy grande. Porque no siempre van a entender.
Cuando busco algo que me haga sentir muy bien, identifico un regalo que represente eso en mi vida. A veces es tan sencillo como un par de tenis, porque ese par me va a llevar a subir las montañas que deseo. Otras veces ha sido una taza, con una leyenda que me recuerde mi fortaleza.
"Mi regalo de mi para mi"... Eso que me regalo me recuerda mi tiempo conmigo, dejar de esperar y aprender a recibir. Así ya no me enojo con los demás, porque todo lo que significa felicidad en mi vida me lo doy yo. Las demás cosas que llegan, es agregado, entonces disfruto como no tienes una idea.
¿Tú, qué pides para navidad?
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