Hace muchos años decidí cambiar el rumbo de mi vida, para algunos esta idea fue un poco descabellada. Al principio fueron cambios pequeños, luego un poco drásticos, luego, creo que me convertí en "la loca del pueblo". La crítica en ocasiones estuvo un poco dura, y más de personas cercanas. Ahora entiendo que ellos muchas veces no se daban cuenta que me criticaban, algo así como "lo digo por tu bien", como decían las abuelitas.
Me estaba saliendo un poco del carril, haciendo cosas distintas a los demás, emprendiendo proyectos nuevos, dándole rienda suelta a mis sueños, estudiando de una forma distinta, cosas que no enseñan en las universidades. Pero, ¿acaso tiene algo de malo la universidad? No, claro que no, asistí a una, y estudié una licenciatura que me ayuda a entender ahora todo este mundo de la mente, el cuerpo y el espíritu.
Por si no lo sabías te comento, estudié Lic. en Nutrición, pero me fascina más el mundo de la nutrición espiritual y mental, que la de los propios alimentos. Pero déjame decirte, que eso también es importante, pues si no cuidamos nuestro cuerpo, que es nuestro vehículo para experimentar la vida en esta tierra, entonces estaríamos empezando a morir y dejando de vivir.
Pero yo te pregunté al inicio: ¿Qué significado le das a la vida? Porque si no lo sabes, si aún no lo has encontrado, seguirás viviendo la vida de los demás, caminando los caminos ya establecidos, y dejando de un lado tu propio camino. No, no se trata de ir en contra de la corriente, que, bueno, en mi caso yo sí lo he hecho. Más bien se trata de ser consciente para que entonces sí puedas vivir tu vida plenamente.

Deja que la vida te sorprenda.
Hay tantas cosas hermosas que nos esperan, que la vida sólo está esperando a que nosotros digamos SÍ a vivir.
La vida tiene todo para darnos, sólo no esperes que suceda a tu manera.